El escabeche es un guiso frío o templado preparado a partir de una base de agua, vinagre, laurel y aceite. Se trata de una técnica culinaria que servía para conservar los alimentos de forma duradera. El origen de la palabra, del persa “sikbâg”, sugiere que fue introducido en la Península durante el periodo de Al-Andalus. En lugares como Extremadura, donde se alcanzan temperaturas muy altas durante los meses de verano, los escabeches se hicieron muy populares.
Podemos escabechar casi cualquier alimento, carnes, pescados y por supuesto verduras. En este caso se trata de un delicioso escabeche de coliflor que puede acompañar otros platos, una carne asada, unas migas o simplemente un poco de embutido.
1 coliflor
Harina
2 huevos
1 chorreón de vinagre
1 diente de ajo
Unas hebras de azafrán
Cominos (opcional)
Laurel
1. Desgajamos la coliflor en tallos, del tamaño que nos gusten (no muy grandes para que sea más agradable a la hora de comer), y los ponemos a cocer en una olla con agua y sal hasta que estén blandos.
2. Una vez cocidos los rebozamos en harina y huevo batido y los vamos friendo en aceite hirviendo. Escurrido el excedente de aceite, los depositamos en un cuenco.
3. Hacemos un majado con el ajo, un poco de sal, los cominos (opcionales) y unas hebras de azafrán y desatamos la pasta con un chorreón de vinagre. Mezclamos este majado con abundante agua que verteremos acto seguido sobre la coliflor. Probamos el escabeche y ajustamos de sal y de vinagre, o añadimos más agua si lo encontramos fuerte para nuestro gusto.
4. Agregamos el laurel y dejamos reposar durante un día para que la verdura coja bien el sabor del escabeche.