La prohibición por la Iglesia de comer carne durante la Cuaresma y en ciertas fechas señaladas tiene, aún hoy en día, una cierta incidencia en la forma de comer en España. Guisos compuestos esencialmente de verduras se identifican con esta época del año que, además, coincide con la profusión de vegetales que inundan los mercados en primavera.
Este potaje de vigilia se prepara sobretodo en el sur de Badajoz y constituye un verdadero tesoro culinario. Más allá de la Cuaresma, os aconsejo aprovechar toda la temporada de acelgas para prepararlo, ya que se trata de una comida deliciosa, barata y muy nutritiva. Los repápalos se le añaden para darle un poco más de consistencia.
300 gr. de garbanzos secos (cualquier variedad) Media cebolla (o una pequeña) 2 dientes de ajo 1 tomate 1 o medio pimiento verde 1 o medio pimiento rojo 6-8 hojas de acelgas 1 zanahoria
Para los repápalos :
2 huevos
Miga de pan
Ajo
Perejil
1. Dejamos los garbanzos en remojo la noche de antes.
2. Se ponen los garbanzos a cocer en agua hirviendo y se espuma.
3. Mientras, se pica toda la verdura fina, y se hace un sofrito con la cebolla y los dos dientes de ajo. Cuando la cebolla empiece a volverse transparente se le añade el tomate y los dos pimientos. Se puede agregar un poco de agua hasta que la verdura esté bien pochada. Verter en un vaso americano y batir hasta conseguir una mezcla homogénea. Acto seguido, incorporamos este puré a los garbanzos y seguimos con la cocción.
4. Añadir al guiso la zanahoria cortada en rodajitas.
5. En una sartén, con un poquito de aceite, se sofríen las acelgas. Cuando estén bien pochadas las echamos al guiso.
6. Dejamos cocer hasta que se reduzca el caldo y los garbanzos estén bien hechos.
Para los repápalos:
1. Se baten ligeramente los huevos.
2. Se añade un poco de miga de pan, al gusto, dependiendo de lo densos que nos gusten los repápalos. Y después de bien ligado se le pone un poco de ajo y de perejil picado. Salar al gusto.
3. En una sartén honda se calienta una buena cantidad de aceite de oliva y con ayuda de una cuchara se echa un poco de masa (atención porque luego crecerá).
4. Una vez dorados se escurre el excedente de aceite y se incorporan al potaje. Se dejan cocer para que se impregnen del sabor del guiso y listo.
Consejo: Como veis se trata de una receta muy fácil de preparar pero que lleva su tiempo y es laboriosa por tener que picar fino todas las verduras y sofreírlas. Por eso podéis prepararla por adelantado y congelarla, sin hacer los repápalos. Estos se pueden hacer en un santiamén mientras calentáis el potaje en el momento de servirlo.
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